EL CINE COMO CREACIÓN: GEORGE MÉLIÈS
Las primeras películas fueron, como
ya dijimos, pequeños documentales. Tenía que llegar un soplo de creatividad
para que se convirtiera en arte. Y ese paso tan fundamental fue emprendido por
George Méliès.
Méliès fue uno de los privilegiados
de aquella primera proyección cinematográfica. Después de aquello, procuró
comprar el cinematógrafo pero Antoine Lumiére se negó, alegando que no tenía
mucho futuro como negocio. Aún así Méliès compró un bioscopio y metros de
película para iniciar su propia
producción cinematográfica.
Rodaba escenas similares a las de los
hermanos Lumiére hasta que un día, de casualidad , descubrió un truco
cinematográfica. Fue así como decidió encauzar su producción al mundo de la magia
y de la fantasía y comenzó a explorar las posibilidades del nuevo juguete. Fue
intuyendo los trucos del cine moderno: maquetas, desapariciones, apariciones,
objetos que se mueven solos, sobreimpresiones, encadenados, fundidos,
fotogramas coloreados a mano…
Méliès decidió construir en su jardín
en la finca de Montreuil un estudio de paredes acristaladas para aprovechar la
luz. Después se añadió iluminación eléctrica y allí fue donde desplegó su actividad como creador: director, actor,
operador, maquillador, decorador, carpintero y electricista a la vez. Fue el
primer estudio europeo.
Entre 1896 y 1913 Méliès realizó unas
quinientas películas de las cuales se conservan la décima parte. Hizo también
películas publicitarias. Algunos de los títulos son La cueva maldita, El hombre
orquesta. En 1897 Méliès inventa las actualidades reconstruidas, aportación
fantasiosa al periodismo para reconstruir episodios de la guerra greco-turca.
También El proceso Dreyfuss, 1899 o la coronación de Eduardo VII en
Westminster, 1902.
Sus películas están divididas en cuadros o
escenas, concebidos como escenas teatrales. La cámara es un aparato inmóvil.
Méliès ignora las posibilidades para reconstruir la narración que pueden surgir
del montaje.
La originalidad de Méliès estriba en la
simbiosis entre los recursos teatrales y los trucos de origen fotográfico. A
veces usa telón o saludos al público y los personajes entran y salen por el
foro. Las interpretaciones son exageradas basadas en la mímica.
En 1902 realiza Viaje a la luna, que
le cuesta la friolera de 10.000 francos. Es el comienzo de su decadencia. No
fue capaz de competir con la industria
incipiente americana. Después de esta película hizo 200.000 leguas Bajo el mar y La conquista del
Polo, 1912.
En 1911 sus recursos menguan y tiene que aceptar ayuda
financiera. Tras la guerra desaparece sin
dejar rastro.
En 1928 un periodista lo encuentra
vendiendo juguetes en la estación de Montparnasse e después de esto se le hicieron
homenajes y reconocimientos. Pero siguió
trabajando en Monstparnasse hasta que murió.
Martin Scorsese le rindió un sentido
homenaje con su film “La invención de
Hugo”. Su aportación al cine fue inmensa, creando un espectáculo popular e
incorporando la puesta en escena teatral.
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