Howard Hawks fue quizás el
director más importante de los estudios de Hollywood en los años 30 y un camaleón
del cine. Nació en Indiana en 1896 y en 1906 se trasladó a California donde
estudió ingeniería. A los 16 años se convirtió en piloto de carreras y de aviones.
Hacia 1912 entró en el mundo del cine para ganar dinero en el verano y poco a
poco se fue haciendo un nombre como guionista y editor. A los 26 años dirigió
varios cortos con su dinero y cuando apareció el cine sonoro, comenzó con la
dirección de largometrajes. Dirigió las mejores películas del cine negro con
Humphrey Bogart y Lauren Bacall: Tener y no tener (1944) ; El sueño eterno (1946), dos westerns
de los más importantes: Red River (Río Rojo) 1948 y Río
Bravo(1958), así como uno de los musicales más famosos de la historia del
cine : Los caballeros las prefieren
rubias- Gentlemen Prefer Blondes (1953).
Dirigió 30 películas en 43 años y resulta difícil creer que todas las dirigiera
la misma persona, incluso escritas y producidas por él, siempre moviéndose con
naturalidad de un género a otro. La camaradería y la profesionalidad son dos
elementos importantes en sus películas. Las mujeres que presenta Hawks suelen
ser duras y los hombres muchas veces aparecen humillados. Muchas veces prefiere
hombres impasibles y contenidos como Humphrey Bogart.
Hawks fue el gran representante del realismo romántico para unos, del
clasicismo de los años 30 para otros. Aunque muchas de las películas están
ambientadas tras la depresión, son personajes que tienen trabajo. Son
personajes reales pero en un contexto idealizado. Casi nunca hace flashbacks o
travellings, ni tiene rasgos impresionistas o expresionistas.
No innovó o aportó nada al lenguaje cinematográfico y por eso el secreto de
su grandeza es tan difícil de definir. Sí que aportó una interpretación mucho
más natural de los actores. Ejemplo claro en La comedia de la vida con Jonh
Barrymore y Carole Lombard. También en Bringing Up Baby (La fiera de mi niña): un científico apunto de casarse, necesita hacerse
con un hueso de dinosaurio y una excéntrica millonaria quiere comprarlo para el
museo donde trabaja pero su sobrina se cruza en la vida del científico
y se presta a convencer a la tía si la acompaña a entregar a Baby, un
leopardo mascota de la tía. Todo se
complica de manera vertiginosa. Cary Grant es constantemente humillado por
Katherine Hepburn y no hacen otra cosa que pisarse los diálogos. La comedia
está caracterizada por una energía desbordante e influyó en la década de los 50
en Dean Martin o Jerry Lewis.
De Scarface ya hablamos en el apartado de cine negro.
Frank Capra era siciliano y fue
un adalid de una corriente llamada “optimismo crítico” que viene a demostrar la
salud del sistema democrático americano y de un sistema que permite que cualquiera
llegue a multimillonario o a presidente de los Estados Unidos. En Sucedió
una noche , 1934 (It Happened One Night) vemos como un periodista con
poca fortuna (Clark Gable) llega a la cúspide social gracias a su matrimonio con
la hija de un multimillonario. Llevó un Oscar al mejor director y film y también
actor y actriz coincidiendo por primera vez los Oscar más importantes en un
film.
La filosofía de Capra es no es feliz el que no quiere. La corrupción y la
injusticia desaparecen haciéndoles frente. Es el portavoz del optimismo de la
época de Roosevelt. No hay que olvidar que el código Hays comienza a ponerse en
práctica en 1934 y pretende transmitir la idea de una sociedad inmaculada,
justa, confortable, una sociedad que confiera a los americanos el orgullo de
ser americanos.
Capra tiene valores y puntos comunes en todas sus películas: arremete contra
las grandes esferas, ensalza personajes que luchan contra las injusticias como
David contra Goliath, valora las cosas sencillas de la vida…
Otros títulos destacables de su cinematografía son Mr. Deeds Goes to Town
(El secreto de vivir) 1936, en la que el actor Gary Cooper incluso fue elegido
candidato a presidente de los Estados Unidos en su club de fans. You Can´t Take It With You (Vive como quieras),
1938, Arsenic and The Old Lace (Arsénico por Compasión) 1944, It´s a Wonderful
Life, 1946 (Qué bello es vivir) film que con los años llegó a ser un
clásico imprescindible de la Navidad.
John Ford es el más clásico de
todos los directores americanos. Comenzó a trabajar en Hollywood en 1913. Desde
el primer momento supo conferir un aire romántico irlandés al clasicismo de sus
películas. Tuvo preferencia por historias épicas del pasado reciente
protagonizadas por personajes a medio camino entre la vida y la leyenda. En
1924 dirigió el western El caballo de hierro. Ford prefería
pocos movimientos de cámara y ángulos sencillos, tiene un estilo sencillo y
claro.
Ford trabajó muchos años con los guionistas Dudley Nichols y Nunally Johnson
, con los que creará los mejores títulos de su carrera. En 1934 dirige La
patrulla perdida (The Lost Patrol) , una patrulla inglesa acosada por los
árabes en el desierto, en la que estos últimos no aparecen jamás pero la
atmósfera es de agobiante angustia. Esa misma opresiva atmósfera es la del film
El
delator (The informer) 1935, que transcurre en 12 horas, en las que un
personaje (Victor McLaglen) al ser expulsado por una asociación nacionalista
irlandesa, decide denunciar a sus ex compañeros a la policía y cobrar la
recompensa. Pero acosado por los remordimientos, despilfarra el dinero, es detenido
por los nacionalistas, juzgado y ejecutado.
La opresión ambiental de estos dramas, desaparece en la película La
diligencia, 1939 (Stagecoach)
en la que Ford escoge el escenario de los desiertos del Monument Valley de
Arizona.
Desde entonces mostró su preferencia
por los espacios abiertos que además ejercieron mucha influencia en
realizadores muy distantes entre sí en el espacio y en el tiempo. La diligencia es un western magistral,
fiel a las leyes de la construcción dramática de Ford. Con guion de Nichols,
trata de un grupo heterogéneo de individuos unidos por el destino en el
interior de una diligencia. Los conflictos dramáticos de la película nacían de
la forzada convivencia de personajes tan diversos en esa unidad cerrada y
acotada en el viaje a Lordsburg. Con ello, Ford introducía la psicología como
factor dramático determinante en el western.
A los viajeros se les suma un vaquero, Ringo Kid, interpretado por John
Wayne. Ringo es uno de los muchos personajes íntegros del universo fordiano. Wayne
saltó al estrellato con este film e interpretaría para Ford más veces ese
carácter valiente, íntegro y solitario
como por ejemplo en la magistral The Searchers (Centauros del Desierto)1956,una
de las películas más influyentes de la historia del cine. La diligencia fue el
punto de partida del western moderno.
Ford trabaja con tomas más cortas, primeros planos y menos planos generales
de lo normal en aquel momento, pero trabaja con la profundidad de campo,
dándole tridimiensionalidad a las escenas. Introdujo la clásica escena del
ataque indio, situando la cámara en lo alto de la montaña hacia la izquierda lo
que le permitía seguir el movimiento de la diligencia de lejos y descubrir en
lo alto de la montaña, en primer plano, los indios que vigilan el avance de la diligencia.
Es un plano antológico por la economía de medios.
Durante los siguientes años Ford dirigió varias extraordinarias películas : Young
Mr. Lincoln, 1939, The Grapes of Warth, 1940 ( en cine
social) Hombres Intrépidos, 1940, y ya llegando a la Segunda Guerra
Mundial The Battle of Midway, documental y después de la guerra el
western My Darling Clementine (Pasión de los Fuertes, 1946).
William Wyler compartió con John
Ford el puesto de máximo honor del cine americano de preguerra. Alsaciano
educado en Francia y Suiza llegó a Hollywood en 1921. Después de hacer una
veintena de westerns para la productora de su tío, Carl Láemle, comenzó a destacar
por sus sólidas adaptaciones de novelas y piezas dramáticas. En 1939 dirigió Cumbres
borrascosas (Wuthering
Heights) de Emily Brontë.En 1941 La loba
(The Little Foxes,) drama de tensiones familiares alimentadas por conflictos de
intereses. Con estas películas y Jezabel llevó a Bette Davis a lo más alto del
estrellato. Con Wyler el cine se enriqueció con los diálogos y el análisis
psicológico de fuentes literarias. Para desarrollar la evolución psicológica,
Wyler necesitaba largas escenas sostenidas por la acción y diálogos de los
personajes. Para ello trabaja también, como Ford, con la profundidad de campo y
los personajes se mueven por el decorado sin perder nitidez. En 1946 dirigió The
Best Years of Our Lives.
Tanto Hawks como Ford y Wyler se pusieron durante la Segunda Guerra Mundial
al servicio de la propaganda bélica americana con películas y documentales.
Después de la guerra se cierra el período de esplendor de los grandes
realizadores americanos pero otra generación tomará el relevo y comienzan a
destacar nombres como John Huston, Preston Sturges, Billy Wilder, Vicente
Minnelli y continúan trabajando otros como Lubistch, George Cukor o Fritz Lang
y vienen de Europa Hitchcock o René
Clair.
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